Casi todos los animales tienen el instinto de sentir cuando hay peligro. La mayoría de la gente puede sentir si un lugar tiene buen feng shui. Cuando entra en una casa y se siente a gusto, esa casa debe tener buen feng shui. Por otra parte algunas casas dan la impresión de incomodidad y no encontrarse a gusto. Esas casas tienen mal feng shui. Nuestra intuición nos lo puede decir.
Algunas personas tienen mayor poder intuitivo que otras. Conozco a una señora cuya profesión es diseñadora de interiores. Ella tiene el don de sentir cómo fluye el qi en una casa. Los vendedores de propiedades le piden que reordene a su manera los muebles de una casa que ha estado a la venta durante un tiempo. Después de que ella hace las recomendaciones, la casa se vende dentro de dos semanas. Según ella, ha tenido éxito el 100% de las veces.
En la antigua China había una escuela de feng shui llamada «La escuela que mira el Qi». Para esos maestros el qi podía «verse» (con el tercer ojo). Actualmente todos lo podemos hacer practicando. Se puede confiar más que en algún consultante de feng shui porque nueve de diez son charlatanes. El Feng shui, después de todo, es solamente una combinación de estudios del medio ambiente, diseño interior, paisajes y planificación de ciudades. El sentido de equilibrio es lo más importante. Si el feng shui se desvía de la búsqueda de la belleza, no es feng shui. De hecho, cuando entre en una casa y vea objetos raros cómo el espejo Ba Gua en la puerta de entrada, flautas debajo de una viga, una cocina pintada de rojo, un ábaco debajo del techo, no creo se sentirá cómodo. Esas llamadas curas de feng shui no mejoran el feng shui de una casa pero mas bien destruyen la armonía en ella.